AGOSTO 2017. INICIO. Con la dudosa
estirpe de sus madres, Bárbara y Domitila, la vida de la hermosa y sensual
Malicha Buendía no ha sido del todo fácil, a la par que su orígen es dudoso
pues las mujeres con las que vive la tratan como su hija pero nadie en el
pueblo de San Cayetano, incluso ella, sabe quién de las dos madres, que en sus
ayeres se dedicaran a la vida alegre, es su legítima progenitora, así como
todas las féminas del pueblo prohíben a sus maridos que se acerquen a ellas,
incluyendo a la gata, como la gente llame a la joven, por aquello de que todas
las mañas y vicios se heredan, por los que las tres son juzgadas de ser
mujerzuelas y son conocidas en tod el lugar como las zuripantas, así como se
hace uso de este adjetivo entre la gente para referirse a cualquier mujer que
tenga actitud ligera o sensual. La gente huye de las Buendía incluso cuando van
a misa, pues la iglesia se vacía siempre ante su presencia, confundiendo esto
siempre al padre Pedro, el cual pide a las hermanas que aclaren las dudas del
pasado y hagan menos difícil la vida de Malicha pero estas se niegan a que la
verdad sea descubierta.
La imponente y cruel
Altagracia Sisniega siempre ha odiado a las Buendía ya que está convencida de
que, debido a la amistad que sostuvieron con su marido, una de ellas fue su
amante y Malicha es producto de esa relación, por lo que ha prohibido a sus
hijos, Leobardo y Rogelio, que se le acerquen o tengan cualquier tipo de
contacto con ella. Sin embargo Rogelio
siempre ha estado enamorado de la chica y por eso la corteja, convirtiéndola en
su novia, en secreto, y llenándola de ilusiones que hacen pensar a la muchacha
que el estigma al rededor de su vida se disipará, pero llega el momento en que
ella se cansa de ocultar su amor y le pide que griten lo que sienten el uno por
el otro, alarmándolo, pues él cree que eso no puede ser posible puesto que su
madre se opondrá a su amor, sin embargo Malicha está decidida a enfrentarse a
Altagracia y el mundo.
Leobardo tiene por
novia a Nora, una hermosa muchacha de alcurnia, hija del doctor Fausto Durán,
con la que se ha comprometido para casarse, causando esto gran orgullo en
Altagracia, la cual desea ver realizados a sus hijos al lado de mujeres como
esta. Pide a Rogelio que siga el ejemplo de su hermano y pronto le de una
sorpresa.
Bárbara y Domitila
recuerdan como en el pasado las dos amaron al mismo hombre, del que una de
ellas tuvo una hija a la que las dos quieren como propia. Están convencidas de
que fue Altagracia la responsable de la muerte de ese hombre pues no deseaba
darle su libertad para ser feliz con otra mujer y mucho menos quedarse sin las
comodidades a las que este la acostumbró. Hablan de esto con el padre Pedro,
quien les dice que ha llegado la hora de que digan la verdad a Malicha, quien e
ha confesado y reveló ser novia de Rogelio Sisniega. Las mujeres se estremecen
y Domitila acude a buscar a Vicente, su viejo amigo, el cual ha trabajado para
los Arredondo desde hace mucho tiempo, para pregntarle si es verdad mas este
asegura no haber escuchado nada en casa de la familia. El hombre intenta
robarle un beso que ella rechaza, asegurando que no puede amar a nadie y él no
puede empearse en estar con ella a sabiendas de lo que se habla de su familia
en San Cayetano pero a Vicente eso no le importa pues sabe que el pasado de la
mujer quedó enterrado desde el nacimiento de Malicha.
Rogelio mete a
Malicha en su casa y la besa fogosamente dispuesto a hacerla suya pero la
muchacha se resiste. Son descubiertos por Leobardo, quien no puede creer que su
hermano menor tenga que ver con la hija de las enemigas de su familia. Rogelio
asegura que nada es lo que parece pero Malicha dice ser la novia y futura
esposa del muchacho. Asombrado, Leobardo les dice que justo ese es el momento
para decírselo a Altagracia, mas esto no sucede porque el hermano menor se las
ingenia para que Leobardo aguarde, argumentando que primero desea preparar a su
madre ya que teme a su reacción cuando se entere de los amoríos que ha tenido
con la muchacha a la que siempre ha despreciado.. Por su parte Malicha sale de
la casa y llora pues está convencida de que el hombre al que ama no la toma en
serio. Vuelve a casa, donde es acorralada por Bárbara y Domitila, las cuales le
prohíben que se vuelva a ver con su gran amor, asegurando que es un imposible.
Malicha las insulta al preguntarles si también se revolcaron con el padre del
muchacho por ser unas golfas y Bárbara la abofetea exigiéndole que no las
vuelva a insultar. La muchacha exige que le digan quién de ellas es su
verdadera madre pero ninguna de las mujeres habla.
Las Buendía tienen
como vecina a Imelda Carreño, una mujer conflictiva que en sus ayeres se dedicó
a la vida galante y las acusa de haber hecho lo mismo. Derivado de ello con
frecuencia molesta a Malicha, quien constantemente huye de los acosos de
Chicho, hijo de la mujer. Un apuesto muchacho que desde adolescnte ha estado
obsesionado con ella y no perde la esperanza de que un día se deje desflorar
por él, pues si es hija de Domitila y Bárbara seguramente es de cascos ligeros
como lo fueron ellas. Pero Malicha le deja claro que sus madres son decentes y
ella también, así como que nunca le hará caso pues pulgas como él no brincan en
el petate de ella. Sin embargo el chico tiene esperanzas y por eso rechaza a
Yatziri, hija de un verdulero del mercado que siempre ha estado enamorada de él
pero Chicho no ha puesto los ojos en ella porque sabe que Cudberto y Quetzal,
padre y hermano de la chica, lo tienen en la mira.
Emilia, una joven y
bella sirvienta de los Sisniega, tiene amoríos forzados con Gibrán, el
irresponsable hijo del hermano de Altagracia, Efraín Palomo quien es presidente
municipl del pueblo y al igual que los hombres de su edad también tuvo una
aventura con una de las hermanas Buendía y esto lo sabe su esposa, Silvina, una
mujer sometida a la voluntad del hombre y que siempre ha sentido temor hacia él
debido a lo violento que puede ser. Por su parte, Gibrán ha descubierto lo
bella que Malicha es hermosa y desea hacerla suya así como a Emilia, a la que
constantemente amenaza con hacerle deaño si dice lo que él la fuerza a hacer
desde hace tiempo.
Virginia Santoyo es
una joven viuda que se lo pasa metida en la iglesia y juzgando a las Buendía
todo el tiempo. El pueblo la quiere mucho por considerarla casi una santa pero
ignoran que en realidad ella es amante de Efraín desde que estaba casada con su
difunto marido, misma que descubre el padre Pedro, al que la mujer asegura que
si dice una sola palabra ella lo hundirá pues tiene más poder que él sobre la
gente de San Cayetano. El sacerdote vuelve a su iglesia, donde Malicha le
revela la relación que tiene con Rogelio por lo que aconseja a la muchacha que
se aleje de él o de lo contrario las cosas serán peores para ambos. Ella
asegura que dirán a los Sisniega que se aman aunque Bárbara y Domitila no estén
de acuerdo. El padre Pedro le asegura que si ella llega a intimar con Rogelio
se arrepentirá por el resto de su vida.
Leobardo busca a
Bárbara y Domitila para pedirles que eviten que su hija siga seduciendo a su
hermano. Las mujeres defienden el honor de Malicha y revelan al chico que
fueron amigas de su padre hace muchos años y que este jamás les faltó al
respeto. Leobardo acude entonces a bañarse en el manantial de las tierras de su
familia y allí ve a Malicha haciendo lo mismo. Se impacta al verla desnuda y
desde ese momento no puede dejar de pensar en ella. Se cruzan en la calle y
ella lo reta con la mirada mas él prefiere ignorarla y seguir su paso hasta
encontrarse con Altagracia y Efraín, a los que pregunta qué relación tuvieron
su padre y las Buendía. Altagracia evita hablar del tema y al saber que su hijo
mayor hablo con las mujeres acude a ellas para ofenderlas. Estas no hacen más
que reírse de ella y le aseguran que jamás sabrá si Malicha es hija de su
difunto esposo o no.
Yatziri sufre por el
amor de Chicho y Cudberto intenta convencerla de que ese no es hombre para ella
pues es un bueno para nada que cree que por sus atributos físicos conseguirá
todo lo que se propone. Por su parte Quetzal tiene un enfrentamiento con
Imelda, quien le dice que Chicho es mucho hombre para su hermana, la cual no es
más que una resbalosa.
Vicente se estremece
cuando la asustada Emilia le cuenta de las amenazas de Gibrán y el hombre le
promete que ese muchacho tla dejará tranquila o se arrepentirá pues la
defenderá. Sin embargo Emilia le suplica que no haga nada pues Efraín es un
hombre poderoso y puede tomar represalias contra los dos y esto implica que
pierdan sus trabajos. Vicente lamenta que los pobres siempre tengan que vivir a
merced de los placeres de los ricos.
El padre Pedro se
presenta ante Altagracia para decirle que Rogelio ha enamorado a Malicha y ese
amor es imposible por las sospechas que ellos dos tienen. La angustiada madre
enfrenta a su hijo, quien lo niega todo pero Leobardo le exige que enfrente la
verdad por lo que Rogelio asegura que solo está teniendo una aventura pues
jamás se casaría con la hija de las zuripantas. Altagracia lo abofetea vilmente
al grado de azotarlo con su fuerte cuando el muchacho la reta. Por ello él
decide que se irá de la casa y sale manejando a toda prisa en medio de una
tormenta que hace que sufra un accidente en el que su auto se vuelca. Pronto
Altagracia recibe la noticia de que su hijo ha sufrido un accidente. Acude a la
clínica, donde no le da tiempo de hablar con el chico pues este muere
inesperadamente. La familia se viste de luto y Vicente comunica a las Buendía
lo que ocurrió. Es escuchado por Malicha, quien se niega a aceptarlo y acude a
casa de los Sisniega para ver a su amado y allí solo recibe bofetadas y ofensas
por parte de Altagracia, quien la acusa de ser una mujerzuela igual que las
mujeres con las que vive y haber seducido a su hijo, culpándola de su muerte.
La chica se desmaya y Leobardo, ayudado por Fausto, la lleva a un lugar
provado, donde el médico la checa, descubriendo que está embarazada. Leobardo
pide al doctor que no diga lo que ahora saben y cuando Malicha reacciona la
lleva hasta su casa, conmoviéndose por su dolor al darse cuenta de que esta en
verdad amaba a Rogelio. Le brinda su apoyo y le pide que confíe en él, pues en
verdad desea ayudarla pero Malicha considera que todos los sisniega son
perversos, comprobando que Rogelio tenía razón al no querer decirles de su
amor. Entra a casa y se desahoga con Bárbra y Domitila, quienes la consuelan y
brindan su apoyo hasta que al paso de unas semanas descubren, tirando las
cartas, que la muchacha está embarazada. La enfrentan y esta lo niega para
luego salir de casa y encontrarse con Leobardo, quien se lo confirma. Malicha
se asusta pues no sabe qué hará con un hijo ella sola y el hombre le promete
protección y dinero para que las cosas le sean más fáciles. Son escuchados por
Nora, quien de inmediato hace saber a Altagracia lo que sucede. La mujer se
aterra, espera que no sea cierto y enfrenta a Malicha, quien le dice que tendrá
un hijo de Rogelio.
La aterrada madre asegura que el engendero que la chica espera no es mas que un bastardo, igual que ella. Aparece Leobardo para asegurar a su madre que Malicha dice la verdad pero Altagracia se niega a creerlo y llena de rabia jura que se trata de una farsa de la muchacha para conseguir dinero por lo que a jalones e insultos la echa de su casa, arrojándola a un charco de fango para decirle que es ahí a donde pertenece. Al saber esto, la furiosa Bárbara aparece ante Altagracia para enfrentarla delante de Leobardo, revelando que su difunto esposo busco calor en otros brazos porque ella lo tenía harto con sus reclamos, chantajes y humillaciones, pues se casó con él para escalar socialmente. Cuando Altagracia grita que Domitila y Bárbara fueron amantes de su marido, Bárbara lo acepta y le exige que así como ella ha aceptado que tuvo una relación con él, ella acepte que fue no solo la responsable, sino la causante de su muerte. Alarmado, Leobardo exige a su madre que le diga si eso es verdad y Altagracia calla. De pronto aparece Efraín para decir que eso es una gran mentira y advierte a Bárbara que a partir de ahora su vida y la de las suyas será un infierno. La mujer asegura no tener miedo y se marcha para que entonces Altagracia, con la ayuda de su hermano, parezca una víctima ante los ojos de Leobardo, quien está decidido a ayudar a Malicha y el hijo que espera, dejando claro a Nora que si llega a oponerse o a irle con chismes a su madre, solo le demostrará que es una mujer que no vale la pena y su compromiso se romperá. La muchacha no tiene más remedio que aceptarlo y pide a Renato que la ayude para que el hijo que Malicha espera no nazca pues a largo plazo será un problema inevitable en su vida matrimonial. El hombre se niega rotundamente pero Nora está dispuesta a hacer lo imposible para evitar que ese niño nazca y propone a Altagracia que se unan para lograrlo. La mujer acepta e intimida a Renato para que ete acepte desaparecer al hijo de Malicha llegado el momento. Son escuchados por Emilia, quien es amiga de Malicha y le aconseja que se vaya lejos antes de que su vida esté en peligro pero esta se niega.
La aterrada madre asegura que el engendero que la chica espera no es mas que un bastardo, igual que ella. Aparece Leobardo para asegurar a su madre que Malicha dice la verdad pero Altagracia se niega a creerlo y llena de rabia jura que se trata de una farsa de la muchacha para conseguir dinero por lo que a jalones e insultos la echa de su casa, arrojándola a un charco de fango para decirle que es ahí a donde pertenece. Al saber esto, la furiosa Bárbara aparece ante Altagracia para enfrentarla delante de Leobardo, revelando que su difunto esposo busco calor en otros brazos porque ella lo tenía harto con sus reclamos, chantajes y humillaciones, pues se casó con él para escalar socialmente. Cuando Altagracia grita que Domitila y Bárbara fueron amantes de su marido, Bárbara lo acepta y le exige que así como ella ha aceptado que tuvo una relación con él, ella acepte que fue no solo la responsable, sino la causante de su muerte. Alarmado, Leobardo exige a su madre que le diga si eso es verdad y Altagracia calla. De pronto aparece Efraín para decir que eso es una gran mentira y advierte a Bárbara que a partir de ahora su vida y la de las suyas será un infierno. La mujer asegura no tener miedo y se marcha para que entonces Altagracia, con la ayuda de su hermano, parezca una víctima ante los ojos de Leobardo, quien está decidido a ayudar a Malicha y el hijo que espera, dejando claro a Nora que si llega a oponerse o a irle con chismes a su madre, solo le demostrará que es una mujer que no vale la pena y su compromiso se romperá. La muchacha no tiene más remedio que aceptarlo y pide a Renato que la ayude para que el hijo que Malicha espera no nazca pues a largo plazo será un problema inevitable en su vida matrimonial. El hombre se niega rotundamente pero Nora está dispuesta a hacer lo imposible para evitar que ese niño nazca y propone a Altagracia que se unan para lograrlo. La mujer acepta e intimida a Renato para que ete acepte desaparecer al hijo de Malicha llegado el momento. Son escuchados por Emilia, quien es amiga de Malicha y le aconseja que se vaya lejos antes de que su vida esté en peligro pero esta se niega.
Leobardo no deja de
pensar en Malicha y comienza a acercarse a ella, conociéndola y dándose cuenta
de su fragilidad, despertando los celos de Nora, quien advierte a la chica que
si insiste en enredar a su prometido, como lo hizo con Rogelio, se las pagará.
La señorita Doña Perpetua
Santos del Toro es una vieja y solterona
de la que se rumora tiene mucho dinero pues vendió su alma al diablo. Siempre
es defendida por el padre Pedro, el cual ha sido su amigo y confidente toda la
vida y la escucha lamentarse por jamás haber enconttrado el amor ni probar las
mieles de este. El sacerdote habla en el mercado con unas mujeres a las que
compra furta y les revela la situación de la mujer, asegurando que el que se
hubiera casado con ella pudo ser muy afortunado pues heredaría una inmensa
fortuna. Esto lo ha escuchado Chicho, a quien se le iluminan los ojos y de
inmediato se imagina dándose una gran vida tras heredar a la anciana. Acude a
bañarse a un manantial, donde es sorprendido por la desnudez de Yatziri, la
cual está decidida a entregarse a él a cambio de que le corresponda. Chicho
revela temer a Cudberto y Quetzal mas la muchacha promete que ellos no tendrán
por qué saber de su romance.
Bárbara aconseja a
Domitila que le corresponda a Vicente pero la mujer se niega pues sigue enamorada
del hombre de su pasado. Bárbara pide a su hermana que se olvide de él como
ella lo ha hecho pues ese amor nunca mereció la pena.
Leobardo revela a
Gibrán que se ha enamorado de Malicha y que desea casarse con ella y cuidar del
hijo de su hermano propio. Gibrán le aconseja que solo la haga su amante, pues
jamás dejará de ser una zuripanta, y se case con Nora, quien sí vale la pena.
Luego Gibrán le revela esto a Efraín, quien acude a Altagracia para enterarla y
ella sonríe, malévola, segura de que tiene un plan perfecto. Habla con su hijo
de onterés de este por Malicha y le miente al decirle que ella también está
dispuesta a cuidar de la muchacha y de su nieto. EL muchacho le revela que se
ha enamorado y la madre da su consentimiento para que inicie un romance con
ella, pidiendo a Nora que tenga paciencia pues al final será ella la que se
case con Leobardo.
Emilia se resiste a
ser besada y manoseada por Gibrán, al que abofetea y deja claro que ya no será
presa de sus bajas pasiones. Él se burla de ella y la persigue hasta atraparla.
Está a punto de violarla pero aparece Vicente para defenderla, enfrentándose al
muchacho, quien huye pero sigilosamente se las ingenia para cazar a la
sirvienta y violarla vilmente, burlándose de ella. Emilia sufre irremediablemente
y ante la grandeza de su realidad busca a las
Buendía y les cuenta lo que sucedió. Esto las estremece y Domitila,
furiosa, dice a Bárbara que no pueden permitir que la historia se repita.
Acuden ante Efraín para decirle lo que us hijo ha hecho y este lo defiende
asegurando que se encargará de Emilia, la cual debe sentirse privilegiada de
haber sido la mujer de alguien como Gibrán, a quien Silvina reprende por
haberse portado como un canalla. Las Buendía juran a Efraín que si no se hace
justicia con Emilia ellas ya no callarán más y la verdad saldrá a la luz. Él
amenaza con matarlas a todas pero se asusta al ver que las hermanas no tienen
miedo. Desquita su furia golpeando a Silvina y desfogándose con Vrginia, quien
le dice que las Buendía son un mal ejemplo para la sociedad. El hombre toma una
decisión: Cortar el problema desde raíz, por lo que pronto se las ingenia para
arrollar a Emilia con su auto, arrancándole la vida.
Malicha, quien
consulta al doctor Renato y este le receta medicinas muy fuertes, rechaza el
amor de Leobardo y le pide que sea feliz con Nora sin embargo el chico insiste
en estar cerca de ella y hace amistad con Domitila y Bárbara, quienes ven en él
la imagen de su difunto padre. Leobardo les pide que le digan cómo es que el hombre
murió y ellas le dicen que tuvo un accidente que todos a excepción de Altagraci
y Efraín ingnoran, así como le juran que el difunto no es el verdadero padre de
Malicha. Leobardo se convence entonces de que su madre oculta demasiados
secretos.
Imelda pelea con
Bárbara y Domitila, quienes están hartas de su vecina, a la que Chicho le
asegura que dentro de poco se sacará la lotería y tendrá mucho dinero para
lograr que Malicha le corresponda. Y es que el chico ha comenzado a asistir a
la iglesia, haciéndose pasar por un fel devoto, soprendiendo a la señorita
Perpetua, quien está fascinada por la supuesta enorme fe y devoción del chico,
quien en una de esas ocasiones se ofrece a llevarla a su casa, donde le revela
que si ella fuera menor y el mayor, quizás serían una pareja perfecta, pues
ambos tienen las mismas convicciones, aunque en general a él le atraen las
mujeres maduras y hermosas como ella. Se marcha dejando ilusionada a Perpetua,
quien revela a su fiel sirvienta, Belarmina, el sentirse bella luego de muchos
años, mientras se contempla en el espejo. La criada sospecha que hay gato
encerrado en la nueva actitud de la solterona y decide que investigará por lo
que hace preguntas al padre Pedro, quien ignora a qué se deba que Perpetua haya
recobrado la alegría y quiera rejuvenecer.
Silvina desahoga con
su gran amiga Virginia lo duro que ha sido para ella vivir al lado de un hombre
violento como Efraín, quien enmudece al sorprenderlas juntas y más tarde pide a
su amante que no visite a su esposa, de la que ambos se burlan para entonces
hacer el amor.
Malicha se presenta
ante Altagracia para decirle que no registrará a su hijo con el apellido
Sisniega. Altagracia nuevamente se burla de ella y le asegura que su criatura
no nacerá. Discuten y la muchacha sufre dolores de parto hasta el grado de
desmayarse por lo que Altagracia pide a Efraín y Gibrán que la ayuden a
llevarla a la clínica de Renato en secreto. Es allí que la muchacha despierta y
el médico le pregunta qué es lo que ha hecho al no seguir sus consejos pues su
hijo nació muerto. Malicha se niega a aceptarlo y Renato llama a Bárbara y
Domitila para enterarlas y entregarles las cenizas de la criatura, mismas que
las mujeres muestran a su hija, quien llora llena de amargura y asegura que su
hijo está vivo y se lo han arrancado de los brazos.
SEPTIEMBRE 2017. Leobardo enfrenta a
Altagracia y le exige que le diga qué hizo con el hijo de Malicha por lo que la
mujer finge no saber de qué le habla y llora para chantajearlo. Luego contacta
a Nora para decirle que la desea como esposa de Leobardo pero para ello deben
deshacerse de Malicha, quien lo ha enredado. Cegada por la pasión que siente
por el hombre, Nora acepta y por ello visita a la chica para decirle que
Leobardo la visitaba y se atrevió a hablarle de amor para poder envenenarla,
pues todo lo planeó para que ella perdiera el hijo que esperaba ya que los
Sisniega jamás aceptarían a la criatura. Le suplica que se marche muy lejos
antes de que sea demasiado tarde y puedan atentar contra su vida pero Malicha
se niega y decide enfrentar a Cristóbal, quien asegura que le han mentido. Sin
embargo alguien da un gran susto a Bárbara, al dispararle en una pierna al
grado de dejarla renga por lo que ella y Domitila suplican a Malicha que se
vaya y en complicidad con el padre Pedro la suben a un autobús por la fuerza,
con dinero y una carta que la llevará a su destino. La muchacha llora al
alejarse de su pueblo y mirando através de una ventana jura jura que un día
volverá y se vengará todos los que han hecho daño.
TRES AÑOS DESPUÉS:
Malicha, ahora llamada Maria Alicia, ha terminado sus estudios con gran
esfuerzo y la ayuda del profesor Eduardo Almazán, un hombre que ve en ella un
futuro brillante y le otorga un importante empleo dentro de su bufette
jurídico, donde la chica conoce a Diego Narvarte, un apuesto hombre que se
deslumbra por ella desde que la conoce y con el trato se apasiona cada vez más
hasta declararle su amor pero ella lo rechaza pues no puede olvidar el tormento
que vivió en San Cayetano. Una noche cuenta su vida a Diego, quien a su vez se
la dice a Eduardo, alarmándolo, pues el hombre conoce San Cayetano y cree que
Maria Alicia lo puede llevar a la verdad que por años ha estado esperando
encontrar.
Bárbara padece
fuertes dolores debido a la cojera que padece e insiste en hacer responsable a
Altagracia de lo que le ocurrió, segura de que todo se trató de un ataque
fallido contra su vida. Por su parte Domitila le ha dado una oportunidad a
Vicente, al que Altagracia corre de su trabajo por no aceptar terminar con la mujer
a la que ella tanto odia y la cual descubre que Virginia es amante de Efraín.
Se lo dice a Bárbara y ambas ríen y al ir a la iglesia enfrentan a la mujer,
cuando esta les pregunta como se atreven a ofender a Dios con su presencia,
revelando ante toda la gente su relación con Efraín. Las escucha Silvina, quien
exige a su amiga que diga si es cierto lo que las mujeres dicen y esta lo niega
mas Domitila revela cómo descubrió la aventura de la solterona y el hombre,
quien al enterarse por parte de su amante enfurece y busca a las Buendía para
amenazarlas. Estas sacan a la luz el pasado y lo culpan de ser el responsable
de su vergüenza. Luego el hombre padece los reclamos de Silvina, a la que
golpea y exige que calle. La mujer intenta refugiarse en Gibrán, al que pide
que se vayan lejos de su padre pero el muchacho la rechaza.
Leobardo y Nora son
infelices dentro de un matrimonio del que solo Altagracia saca provecho pues lo
usa para manejar a su hijo y al doctor Durán a su antojo. Se ha obsesionado con
tener un nieto y presiona a su nuera, quien es rechazada siempre por su marido
y ha encontrado calor en los brazos de Gibrán, su amante.
Efraín pasa las
noches con Virginia y son descubiertos por Gibrán, quien enfrenta a la amante
de su padre y la acusa de ser una ramera, recibiendo una fuerte bofetada por
parte de su padre, al que enfrenta, devolviéndosela. Acude a desahogarse con
Leobardo y son escuchados por Altagracia, quien busca un momento para
sorprender a Virginia y abofetearla vilmente para acusarla de ser una hipócrita
de doble moral. Virginia dice estar harta de las acusaciones así como dispuesta
a ser la mujer de Efraín por lo que le reste de vida. Altagracia le jura que
eso no sucederá y enmudece cuando la amante de su hermano le pregunta si para evitarlo
la asesinará como lo hizo con su difunto marido. Ambas se miran con rivalidad y
Altagracia deja claro que ella no mató a su esposo pero sí es capaz de matarla
a ella. Busca a Silvina y le exige que deje sus lágrimas y su carácter débil y
defienda lo que es suyo pero a la abnegada mujer lo que menos le quedan son
fuerzas y esperanzas.
Maria Alicia se
sorprende cuando Eduardo le hace preguntas sobre San Cayetano y la familia
Sisniega, de la que ella desea vengarse. El hombre escucha su historia y le asegura
que algo comparten un sentimiento muy fuerte y él la ayudará a cumplir su
venganza para que él haga lo mismo por medio de ella, pues ahora ambos tienen
las armas necesarias para vencer a sus enemigos. Luego la muchacha se encuentra
con Diego, quien le pide que le de una oportunidad para hacerle olvidar
cualquier cosa que haya vivido en el pasado y que la haya herido pero ella lo
rechaza y le asegura que hasta no haberse vengado de quienes le hicieron daño
no estará tranquila. Tiene el apoyo de Eduardo, al que Diego acusa de haberla
inducido a ser su instrumento para vengarse de la mujer a la que siempre ha
querido eliminar
Chicho y Yatziri son
unos amantes ardorosos que e entregan por doquier, situación de la que sospecha
Quetzal, el cual ha callado ante su padre porque considera que llegará el día
en que los enamorados revelen y defiendan su amor. A la par de esto Chicho y
Perpetua han mantenido relaciones ocultas de las que Belarmina se ha dado
cuenta pues cada noche el muchacho entra a la habitación de la solterona por el
balcón, para tener ardientes encuentros con ella a cambio de dinero que esta le
da para ayudarlo pues el hombre siempre se queja de su mala fortuna. Una de
esas noches Chicho se enfrenta a la sirvienta, quien le dice saber qué es lo
que está haciendo y luego se topa con Imelda en la iglesia, donde le revela que
su hijo es el amande de la señorita Perpetua. Alarmada, Imelda enfrenta a su
hijo, quien lo niega todo pero lss cosas se calman cuando la madre le pide a su
vástago que continúe enamorando a la anciana y vaya todavía más lejos,
casándose con ella sin importar lo que diga la gente pues finalmente la
herencia valdrá la pena.
Virginia intenta
causarle un accidente a Domitila para hacerle pagar por haberla descubierto
ante la gente del pueblo, la cual ahora también la repudia a ella. Ambas
terminan en un enfrentamiento en el que Domitila la desgreña. Son separadas por
Vicente.
Altagracia se
confiesa con el padre Pedro y le revela que ella se encargó de desaparecer al
hijo de Malicha Buendía y que también fue la responsable de la muerte de su
marido. EL sacerdote le jura que tarde o temprano pagará por toda su maldad.
Bárbara y Domitila
se estremecen cuando ante ellas aparece Maria Alicia, quien luce cambiada,
sofisticada y, sobre todo, fuerte y decidida. La muchacha les dice que se
vengará de los Sisniega pero antes ella debe saber quién de las dos mujeres es
su madre y quién fue su padre. Las hermanas insisten en negarse en revelar su
secreto y le piden que se marche del pueblo pues su vida peligra pero la
muchacha se niega y pronto se encuentra con Leobardo, el cual enmudece ante su
presencia y le dice lo infeliz que ha sido con Nora. Una lapasionante llama de
amor surrge entre ambos y ella le suplica que no diga a nadie que está de
regreso por lo que se ven a escondidas. La pasión se enciende aún mas cuando en
una noche de copas ambos terminan besándose por lo que ella sufre puesto que él
también es parte de su venganza pero ahora se ha enamorado. De esto se entera
Eduardo, quien exige a Diego que luche por la muchacha si en verdad la ama pues
la puede perder y con ello también impedir que su venganza se lleve a cabo. Por
eso Diego, con tal de ayudar a su amada y demostrarle que la ama, se presenta
ante Altagracia y Efraín, para proponerles hacer un negocio que implica
despojar a las Buendía de su casa y dejarlas en la calle. La malvada y
rencorosa Altagracia convence a su hermano de que acepteny de inmediato hacen
saber a las mujeres que las dejarán en la calle. Estas enfurecen y les reclaman
por lo que de nueva cuenta el pasado vulve a sus labios y Altagracia las
critica de haber sido las rameras de su marido. Furiosa, aunque Bárbara desea
impedirlo, Domitila le dice a la mujer que ninguna de ellas fue amante de su
esposo y que este solo las protegía como el buen hombre que era, tapando con su
dinero y proteción las porquerías de su cuñado, Efraín, quien fue amante de
Domitila y violó brutalmente a Bárbara, dejándola embarazada.
La dura Altagracia exige a su marido que diga si es verdad pero este lo niega. Todo empeora cuando de pronto aparece Silvina para decir que lo que las Buendía dicen es cierto y que su marido ha sido un cerdo que ha violentado a cuanta mujer ha podido en el pueblo. Altagracia entonces reacciona y se siente culpable por un odio que durante años la consumió y la orilló a matar a su propio marido, sin que su hermano hiciera algo para evitarlo. Desde ese momento lo desprecia y así mismo Silvina se da el valor para enfrentarlo y lo abandona, instalándose en un hotel hasta convencer a su hijo de que se marche con ella.
La dura Altagracia exige a su marido que diga si es verdad pero este lo niega. Todo empeora cuando de pronto aparece Silvina para decir que lo que las Buendía dicen es cierto y que su marido ha sido un cerdo que ha violentado a cuanta mujer ha podido en el pueblo. Altagracia entonces reacciona y se siente culpable por un odio que durante años la consumió y la orilló a matar a su propio marido, sin que su hermano hiciera algo para evitarlo. Desde ese momento lo desprecia y así mismo Silvina se da el valor para enfrentarlo y lo abandona, instalándose en un hotel hasta convencer a su hijo de que se marche con ella.
Chicho hace el amor
a Perpetua como unca ants y luego, de rodillas, con el viejo anillo de casada
de Imelda le pide que sea su esposa. La vieja, estremecida, llora y le dice
tener miedo a aceptar pues si se casan la gente se reirá de ellos por la
diferencia de edades, de clase social, de cultura, mas Chicho la convence de
que eso no importa mientras sean felices. Perpetua acepta y presume su anillo
de casada a Belarmina, quien asustada le asegura que le ha abierto las puertas
al diablo y pronto arderá en el infierno. Las dos se persignan, asustadas.
Quetzal presiona a
Yatziri para que revele que tiene amoríos con Chicho. Los escucha Cudberto,
quien de inmediato busca al muchacho para molerlo a golpes. Este es defendido
por Imelda, quien dice al verdulero que su hijo nada tiene que ver con la
resbalosa y buscona Yatziri, pues se casará dentro de poco con una mujer de
mucho dinero. Esto lo escucha la muchacha, quien pregunta a Chicho si esto es
verdad y él, temeroso a la reacción de Cudberto y Quetzal le dice que si. La
muchacha se hunde en un profundo sufrimiento que hace que su hermano reaccione
y pida a su padre que dejen de entrometerse en su felicidad.
Leobardo descubre
que Nora y Gibrán son amantes por lo que los enfrenta y desprecia a su mujer, a
la que revela que está enamorado de Maria Alicia, la mujer de su vida. Nora
jura que jamás le dará el divorcio a su marido y sobre ella Altagracia descarga
su furia, al abofeterla por lo que le ha hechoa
su hijo al grado de arrojarla accidentalmente por un barandal, haciendo
que la muchacha vaya a dar al hospital, debatiéndose entre la vida y la muerte.
La situación alerta a Renato, quien escucha a Altagracia cuando esta le dice lo
que sucedió y luego lo amenaza con destruirlo si se atreve a desafiarla.
Maria Alicia se
estremece cuando el vengativo Efraín le dice que él es su padre y que es el
resultado de una violación. La chica enfrenta a sus madres, las cuales le
revelan que fue Bárbara quien la trajo al mundo. Madre e hija se abrazan
fuertmente pues ambas padecieron la crueldad de ser madres y sufrir las
consecuencias de ello, de alguna manera, porlo que jura que se vengará de los
Sisniega y los hará pagar por todo el daño que les hicieron. Luego aparece
Leobardo para pedir a la muchacha que sea su esposa y ella lo rechaza al
decirle que son primos y su amor no puede ser. Esto hace que ella, para
olvidarlo, acepte a Diego, el cual le dice lo que ha hecho al proponer un
negocio a Altagracia y Efraín, a los que Eduardo enfrenta pues el hombre ¡Es el
hermano del difunto esposo de la mujer! Y les deja claro que no permitirá que
sigan viviendo de una fortuna que no les pertenece pues tiene pruebas de que
Leobardo no es primogénito de su hermano, así como de que este y Altagracia
jamás se casaron por el civíl, sino por la iglesia. Alarmada, Altagracia exige
a Efraín que por una vez en su vida tenga valor y mate a Eduardo. Efraín no lo
hace y le dice a su hermana que Malicha está de vuelta y muy cambiada. Altagracia
la busca para reírse de ella y decirle que nunca pudo estar con ninguno de sus
hijos, estremeciéndose cuando la muchacha le da dos cachetadas muy fuertes, una
en nombre de su madre y otra en nombre del hijo que el arrancaron. Leobardo
exige a su madre que le diga si eso es cierto y la mujer lo niega pero Maria
Alicia, en complicidad con Diego, ha reunido las pruebas para demostrar que
Altagracia y el doctor Durán le arrebataron a su hijo y las cenizas que
entregaron a Bárbara y Domitila eran falsas. Altagracia entonces intenta hacer
sentir culpable a su hijo, el cual la desprecia en su casa y decide tomar sus
cosas para marcharse. Busca a Maria Alicia y la soprende besándose con Diego,
al que enfrenta, discutiendo hasta terminar ambos golpeándose.
Imelda presume a
Domitila y Bárbara que dentro de poco su hijo se casará con una señorita muy
rica y sus vidas cambiarán para siempre, lejos del pueblo y de la chusma. Calla
cuando en tono de burla las hermanas le dicen que le creen solo si la tonta que
se atreva a poner los ojos en Chicho sea la vieja solterona Doña Perpetua
Santos del Toro, quien sorprende al padre Pedro cuando lo entera de que se
convertirá en la eposa de un hombre apuesto y galante que es un príncipe en la
mesa y una fiera salvaje en la cama. Asustado, el sacerdote cree que la mujer
está señil y pide a Belarmina que lo ilumine. La sirvienta le asegura que lo
que su patrona le ha revelado es verdad y que se casará dentro de poco.
Nora descubre que ha
perdido el hijo que esperaba, fruto de sus amoríos con Gibrán, quien le cuenat
que Malicha está de vuelta y es su hermana. La malvada Nora cree saberse
perdida y se arrepiente de los errores cometidos. Gibrán le hace ver que ella
nunca será correspondida por Leobardo por lo que le pide que se vaya lejos con
él. Ella acepta pero antes de irse decide vengarse de Altagracia por lo que
busca a Maria Alicia para decirle de la trampa que le tendieron para
arrebatarle a su hijo, dándole la dirección del lugar en el que puede
encontrarlo. Le asegura que se volvió cómplice de Altagracia cegada pro el amor
que creía sentir por Leobardo, con quien ha pagado muy caro todos sus errores y
el cual ignora todo lo que sucedió en el pasado, por lo que es iocente de lo
que quisieran culparlo. Aparece Renato, quien al darse cuenta de que su hija ha
hablado, dice a Maria Alicia que su amor con Leobardo no es imposible pues este
no es hijo del difunto marido de Altagracia y él le dará las pruebas para que
pueda demostrarlo. Se las da pero lo paga con su vida pues al enterarse de su
traición, Efraín lo asesina inyectándole una sustancia venenosa que hace que
todo parezca un suicidio. Esto lo descubre Virginia, quien se altera y grita
que Efraín es un asesino por lo que este se ve en la necesitad de intentar
silenciarla tapándole la boca pero ante la crisis de la mujer no tiene mas que
empujarla y golpear su cabeza contra una pared, matándola también. La carga y
la va a dejar a la iglesia, acomodándola en una de las bancas. La presencia de
la muerta sorprende al padre Pedro, quien descubre el cadáver.
Perpetua anuncia su
boda, a la que invita a todo el pueblo, sorprendiendo al padre Pedro cuando
este descubre que es Chicho con quien se casará. Al enterarse de esto, Quetzal
aconseja a Yatziri que luche por el amor que siente hacia Chicho e impida esa
boda pero lo chica, hundida en la depresión, se niega. Esto hace reaccionar a
Cudberto, quien acude a hablar con Belarmina y luego con Perpetua, la cual lo
echa de su casa y dice a su sirvienta que dará a Chicho agua de su propio chocolate
y compensará a Yatziri, a quien su familia alienta para que asista a la
ceremonia en la iglesia, siendo Quetzal y Cudberto los primeros en arreglarse
de gala. La boda da comienzo al llegar la novia a la iglesia y cual es la
sorpresa de Chicho cuando al descubrir el rostro de su amada, en el altar, se
da cuenta de que no es Perpetua, sino Yatziri, con la que termina casándose
para sorpresa de Imelda y de todos los asistentes, incluidas las Buendía. Los
jovenes son bendecidos y al salir de la iglesia felicitados por Perpetua, quien
les desea lo mejor y agradece a Chicho el haberle brindado tres años
maravillosos en los que recuperó la alegría de vivir.
Altagracia intenta
deshacerse de Eduardo disparándole con una escopeta pero no lo logra pues Diego
la descubre y lo evita, resultando herido. La mujer se encierra en casa y jura
que no le quitarán lo que le pertenece. Discute con Leobardo, quien por medio
de Maria Alicia se entera de que él no es hijo de su padre y por ello exige a
su mentora que le diga quién es el hombre que le dio la vida. Se estremece
cuando la mujer le dice que no sabe, pues en sus ayeres fue una ramera que se
acostaba con muchos y jamás supo quien fue el hombre que le engendró la
criatura que le achacó a su difunto marido. Leobardo sufre y le asegura que
nunca la perdonará y se casará con Malicha, la mujer de su vida. Altagrcia le
jura que jamás lo permitirá y llora, desesperada, en soledad, pues siente que
el mundo se le viene encima, mientras que Leobardo se refugia en Maria Alicia,
quien lo besa y le pide que la lleve al lugar en el que tienen a su hijo.
Acuden a un pueblo cercano y allí lo encuentran siendo cuidado por una mujer
que asegura que Altagracia le dio mucho dinero para que se lo quedara. Esta
mujer, así como Nora, acuden como testigos de las fechorías de la madre de
Leobardo, a la que llevan a un juicio en el que el millonario Eduardo la
encara, ganándolo al demostrar que la mujer no era esposa oficial de su hermano
y que no tiene derecho a gozar de nada. Es llevada a prisión, desde donde
maldice a todos y recibe la visita de Maria Alicia, quien llena de felicidad le
dice sentirse aliviada al saberla en el lugar que se merece. Así mismo la
visita Leobardo, quien la desprecia y le dice que se casará con su amada
Malicha, la cual pide a Diego que la perdone por no poder corresponderle como
quisiera.
Eduardo se ha
encariñado con Bárbara y Vicente lo alienta para que conquiste a la renga, a la
que hacen saber que lo de su pierna tiene solución. Por su parte Vicente es correspondido por
Domitila, quien finalmente decide casarse con él.
Gibrán se acerca a
Maria Alicia y le pide perdón por cualquer mal que le haya hecho así como que
se traten como hermanos. Los dos se dan un fuerte abrazo y luego él descubre
los crímenes de su padre y lo enfrenta. El hombre intenta matarlo al saber que
el muchacho está dispuesto a denunciarlo pero aparece Silvina y defiende a su
hijo con escopeta en mato, soltando un par de balazos que aterran al hombre, el
cual sale de casa dispuesto a huir pero la policía lo persigue y lo detiene.
Intenta escapar al esta dentro de la patrulla, causando un accidente en el que
el muere incinerado cuando la unidad estalla.
Al paso del tiempo
Maria Alicia es dichosa con su hijo y se prepara para casarse con Leobardo, con
el que está dispuesta a ser feliz para siempre y dejar de ser una... gata sin
luna.
Fin
© GATA SIN LUNA DR. 2017
Es un obra protegida
y los derechos son propiedad de su autor.
Se prohíbe su copia
y reproducción parcial y/o total
así como el uso de
su contenido con fines de lucro.
(R) 2016 (P) 2017
¡Qué bonita es esta novela, sin duda! Me recuerda a esas que están llenas de magia, intriga y mucho amor.
ResponderEliminarPero que mal que no salga en you tube completo
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